Desde la Cámara Argentina Fintech estamos comprometidos con la innovación y la inclusión financiera y, por esto, queremos compartir una propuesta para abordar un aspecto crucial para mejorar la movilidad urbana y el impulso de la inclusión: la apertura de opciones de pago en el transporte público.
El transporte público ha mantenido monopolios de pago por mucho tiempo en la Argentina y consideramos que es tiempo de cambiarlo. En Argentina, el Sistema Único de Boleto Electrónico (SUBE) fue un gran avance en 2009 para evitar el uso de dinero físico al abonar el pasaje, pero su tecnología ha quedado obsoleta respecto de la evolución de otras alternativas de pago. Solo en 2023 se cursaron a través del sistema SUBE 4.362 millones de operaciones en 336 líneas urbanas de colectivo, 7 de trenes, 7 de subterráneo y lanchas por más de $174.600 millones, según datos del Banco Central. Cerca de 6 millones de personas lo utilizan a diario.
La implementación de una política integral de universalización de medios de pago no solo mejorará la experiencia de viaje de millones de personas, sino que también cerrará la brecha de acceso a servicios financieros.
En los últimos años, el uso de tarjetas para pagos digitales se extendió a lo largo de toda la población, la utilización de billeteras virtuales se consolidó en el mercado y se estableció a la interoperabilidad como paradigma regulatorio. El 96% de la población adulta tiene una cuenta bancaria y el 61% una cuenta de pago en el país. Por eso, creemos que es el momento indicado para avanzar hacia soluciones más modernas y accesibles.
A nivel regional, ciudades como CDMX, Santo Domingo, Santiago, Medellín, Cali, Barranquilla, Bogotá, Río de Janeiro y Panamá disponen de sistemas de transporte que ofrecen pagos con tecnología NFC (tarjetas contactless), QR generado dentro de aplicaciones móviles, así como otras soluciones disponibles en billeteras.
¿Qué proponemos? Una apertura en las opciones de pago que, en vez de sustituir un monopolio por otro, complemente las opciones disponibles hoy en día y coexista con ellas, permitiendo a los usuarios elegir entre una variedad de métodos de pago: tarjetas de débito, prepagas y crédito contactless, y a través de su teléfono celular, con diversas soluciones disponibles a través de billeteras digitales.
La iniciativa se debe implementar en forma gradual y progresiva, bajo un esquema de costo / oportunidad que permita a las empresas de transporte elegir libremente el sistema de adquirencia que mejor se adapte a sus necesidades, mientras los reguladores garanticen la incorporación de soluciones abiertas que permitan transaccionar a todos los medios de pago digitales, fomentando una sana competencia entre todos los actores.